EASTER, CELEBRATION OF GOD AND MAN

LA PASCUA, CELEBRACIÓN DE DIOS Y EL HOMBRE

La Pascua es una de las festividades más importantes de la religión cristiana. Ese día los fieles celebran la Resurrección de Jesucristo hijo de Dios, quien venció a la muerte y salvó a la humanidad del Pecado.

Adivinanza de Primavera: su fecha puede cambiar, coincide con el primer Plenilunio después del Equinoccio de Primavera, sobre esta base puede ser temprana o tardía, en sus orígenes nace como una Fiesta Judía, ¿de qué Celebración estamos hablando?

¡De la Pascua Cristiana evidentemente!

Esta Fiesta religiosa Cristiana, considerada la más solemne, debe su origen a la fiesta agrícola judía vinculada a la cosecha de los primeros productos. Sucesivamente, la Pascua Judía, que deriva etimológicamente de la palabra Aramea Pesach (Pasaje), celebra la Liberación del pueblo Hebreo de Egipto. Es decir, el pasaje desde el Mar Rojo hacia la Tierra Prometida. Más concretamente, se refiere al episodio de Moisés en Egipto. El Profeta fue elegido por Dios para conducir al pueblo hebreo fuera de la Tiranía del Faraón. La Pascua hebrea conmemora la liberación de los Judíos del yugo Egipcio y, a diferencia de la Pascua Cristiana, se celebra un sábado. Para la religión Cristiana la Pascua también adquiere el significado de Pasaje, el pasaje del Mesías de la Muerte a la Vida. Y mientras que en Arameo este término tiene el significado de Pasar Más Allá, en griego significa Sufrir. Esto porque durante la Pascua se celebra la Pasión de Cristo y, de hecho, la Tradición de la Pascua Cristiana es Cristocéntrica, Antropocéntrica y Teocéntrica a la vez.

Para comprender este concepto es indispensable analizar algunas de las consideraciones que encontramos en la Biblia y de varios Padres de la Iglesia. La Pascua Judía puede definirse Teocéntrica y Antropocéntrica. Teocéntrica porque conmemora el Pasaje de Dios, su «Pasar Más Allá» de las casas de los Judíos en Egipto y castigar, en cambio, las casas de los Egipcios. El episodio narrado en el Éxodo se refiere al pedido que Dios le hace a Moisés. A través del Profeta, el Señor pide a los Israelitas que consigan un cordero, lo sacrifiquen y que utilicen su sangre para marcar las puertas de sus casas. El Dios narrado en el Éxodo «Pasa por encima» las casas hebreas, las «protege», y castiga las casas de los Egipcios, de hecho, los primogénitos de esas familias mueren.

La interpretación Antropocéntrica de la Pascua ve en el Éxodo de los Judíos hacia Palestina al hombre que pasa y es salvado. Pero ¿cuándo nace la Pascua Cristiana? Esto ocurre después de la Muerte y Resurrección de Jesús. La primitiva comunidad cristiana, formada por sus Discípulos, sintió la necesidad de celebrar la Pascua, ya no en conmemoración del Éxodo y la Liberación del Pueblo Judío, sino para recordar la Muerte y la Resurrección de Jesús, de quien habían sido testigos.

El Rito de la Pascua adquiere una connotación Cristocéntrica, pero recién con San Agustín se llega a la fusión de las tres interpretaciones. Es con él que la Pascua adquiere el significado de Pasión y Pasaje. Es a través de la Pasión de Jesús que se alcanza el Pasaje. El día antes de Pascua, el Señor había comprendido que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre. No obstante, su Paso no tiene que considerarse un pasaje solitario. Jesús murió por nuestros pecados, de hecho, en su Muerte y Resurrección se consagra el pasaje de la Muerte a la Vida.

Pero para efectuar el pasaje definitivo hacia Dios es indispensable la Fe. La Pasión de Jesús y su Renacimiento nos enseñan a tener Esperanza.

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