En el marco de la celebración del día de hoy, 29 de septiembre, Fiesta de los Arcángeles, y esperando el 2 de octubre, día dedicado a los Ángeles de la guarda, analizaremos brevemente el papel desempeñado y la descripción ofrecida en los textos sagrados de estos seres extraordinarios que son los Ángeles.
Cada vez más presentes en las creencias de la gente, incluso en las de los cristianos, los Ángeles son criaturas de Dios.
El término deriva del griego Anghelos, que significa mensajero, portador de noticias, en la Biblia forman parte de la corte celestial del Creador.
Aparecen por primera vez en la Biblia en el Génesis 3:24, cuando Adán y Eva son echados del Paraíso y Dios coloca un Ángel querubín con una espada encendida para impedir la entrada.
Pasan 1900 años antes de que vuelvan a aparecer, concretamente en el Génesis 16:7, y, sucesivamente, llegamos a las apariciones más conocidas del Nuevo Testamento.
En este caso es imposible dejar de mencionar la Anunciación del nacimiento del Mesías a la Virgen María que se produce a través de un Ángel (Lucas 1:26-38) o el Ángel que le advierte a José que lleve a María y Jesús a Egipto para protegerlos del censo de Herodes (Mateo 2:13).
La Resurrección del Mesías también es anunciada por un Ángel a las tres mujeres que van al sepulcro de Jesús. Es evidente su papel como portadores de la palabra de Dios, el Ángel es enviado por el Padre eterno para expresar su presencia en el mundo y su intervención en los asuntos humanos.
Se los describe como una multitud, siempre son muchísimos cuando alaban a Dios, «millares de millares le servían, y millones de millones asistían delante de Él» (Daniel 7:10) o «oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los animales, y de los ancianos; y la multitud de ellos era millones y millones.» (Apocalipsis 5:11).
En realidad, el número de los Espíritus Celestiales en la Biblia es altísimo. La multitud de Ángeles que rodean a Dios y que cantan sus alabanzas es sinónimo de perfección.
¿Cómo se los describe físicamente en la Biblia?
En varias obras artísticas los Ángeles son representados como seres majestuosos, alados y con rizos dorados. En realidad, en la Biblia son representados con más alas, más precisamente cuatro, dos de ellas hacia arriba y las otras dos que envuelven el cuerpo, o con cuatro rostros —uno de águila, uno de león, uno humano y uno de buey—; otras veces son representados como seres aterradores con espadas en llamas (Génesis 3:24).
Lejos del aspecto angelical al que estamos acostumbrados, la palabra ángel aparece en la Biblia 221 veces en singular y 97 veces en plural.
Es importarte destacar su evolución del Antiguo al Nuevo Testamento.
De hecho, en el Antiguo Testamento, los Ángeles aparecen como seres espirituales, que forman parte de la Esfera Celestial, mediadores ente Dios, trascendente e inaccesible, y los hombres.
En el Nuevo Testamento, escrito entre el 80 y el 200 D.C., los Ángeles cuentan con su propia individualidad y características.
Las Sagradas Escrituras, por lo tanto, afirman la existencia de los Ángeles.
El Catequismo nos enseña a encomendarnos a ellos y confiar en su presencia.