Los hallazgos de las primeras cruces se remontan a las primeras civilizaciones precristianas y los de la Mesopotamia son especialmente conocidos. No obstante, las pruebas de su existencia no se encuentran solo en Asia. A lo largo y ancho del mundo se encuentran numerosos hallazgos de este símbolo antiguo y sumamente interesante.
En Europa, los galos decoraban piezas de cerámica, joyas y monedas con cruces.
En México, Perú y América Central, la cruz se convirtió en una clara referencia a los cuatro vientos.
Los indios también emplean las cruces, en este caso, en las encrucijadas de los caminos.
Por lo tanto, encontramos testimonios de la presencia de la cruz en muchísimas culturas y tierras que no recibieron las enseñanzas de la Iglesia y, además, no cabe duda de que adquirió un fuerte significado simbólico. Se produce un cambio con los romanos que emplean la cruz como instrumento de tortura.
El propio Jesús muere en la cruz, su crucifixión representa la victoria contra la muerte y el pecado.
La cruz, que es considerada el símbolo universal del Cristianismo, cuenta con variantes según las culturas y las distintas comunidades cristianas.
¿Cuántos tipos diferentes de cruces existen?
En realidad, es imposible calcular el número exacto de cruces existentes, por lo tanto, intentaremos ilustrar algunas de las más conocidas:
Cruz latina: También conocida como crux ordinaria en latín, la cruz latina representa la cruz en la que es crucificado el Señor. Es el símbolo más usado por las distintas confesiones cristianas.
Cruz de tau: también denominada crux commissa, está caracterizada por la línea transversa colocada en la cima se la parte vertical, su forma se parece a una letra «T».
Cruz griega: Esta cruz está formada por cuatro brazos de la misma medida. Fue utilizada por los primeros cristianos hasta cuando comenzó a emplearse la cruz latina. En la actualidad aún se emplea en las Iglesias Orientales y en las Iglesias Ortodoxas.
Cruz trebolada: Cruz con extremos en forma de trébol. Esta cruz también es conocida como cruz de San Mauricio.
Cruz de Jerusalén: Cruz emblema de la Tierra Santa, la cruz de Jerusalén está formada por una cruz griega en el centro y cuatro cruces griegas pequeñas en los ángulos internos. Para algunos, las cinco cruces representarían las cinco llagas de la pasión de Jesús en la cruz.
Cruz Chi Rho: Uno de los símbolos cristianos más importantes. El símbolo Chi Rho, o crismón, está formado por la superposición de dos letras del alfabeto griego, X e P, Christos en griego, o sea, Cristo. El monograma se colocaba en las tumbas para indicar que el difunto era cristiano. Más adelante, fue adoptado por el Emperador Constantino como símbolo cristiano.
Cruz de San Damián: Cruz datada en el año 1100 aproximadamente. Esta obra de un artista desconocido representa el icono en forma de cruz ante el que San Francisco de Asís oraba cuando recibió el pedido del Señor de reparar su casa.
Cruz de San Benito: La Iglesia ha reconocido un gran poder contra el exorcismo a esta cruz. Dentro de la cruz se encuentra la famosa medalla del Santo.
Cruz pastoral de San Juan Pablo II: reproducción de la cruz férula, es decir, de la pastoral adoptada por el Papa San Juan Pablo II.
Cruz de Caravaca: cruz formada por dos líneas horizontales, el brazo superior resulta más amplio, y dos ángeles en la base. Los ángeles son una clara referencia a la historia de esta cruz. Se narra que los ángeles se aparecieron ante el Sacerdote Giovanni Pérez durante la celebración de una misa en la que faltaba el elemento imprescindible: la cruz. Justo en ese momento descendieron del cielo dos ángeles que llevaban una cruz con doble brazo y se la entregaron al Sacerdote.
Cruz del Buen Pastor: cruz de pecho adoptada por el Papa Francisco. Representa la imagen de Jesús, el Buen Pastor, en relieve, que guía a su rebaño y lleva una oveja sobre los hombros.
En San Juan 10:11, Jesús dice: «Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas». Jesús es nuestro buen pastor, nos cuida a la perfección y conoce exactamente el mejor remedio para cada uno.
